Cristina Pedroche acostumbra a halagar a su marido todos los días. Sin embargo, en su última entrevista hizo una excepción: Dabiz Muñoz, como todo el mundo, no es perfecto. Ella lo sabe, y quiere que él, preso del perfeccionismo, lo asuma también. Es precisamente por eso por lo que la presentadora lo define como una persona «infeliz».
La estrella de Atresmedia considera que el fundador de DiverXO no es feliz, ya que se siente continuamente insatisfecho. Lo contó en el podcast de Uri Sabat, La fórmula del éxito. Ella es perfeccionista, pero el cocinero la supera «con creces». «Él, de verdad, no es feliz», avanzó Pedroche.
«Solo es feliz cuando termina de correr, cuando está bañando a la niña, cuando estamos en no sé qué restaurante, y eso no mola. Molaría que él estuviera muy feliz y muy contento cocinando en DiverXO», comentó la presentadora de las Campanadas de Antena 3. Y añadió: «Es una persona insatisfecha de por vida, una persona infeliz».
«Yo intento cada día demostrarle la cantidad de cosas que tiene para sentirse afortunado y el puto amo del mundo, pero él aún así… Le gusta estar en su tormenta, es una persona muy tormentosa», lamentó la modelo, confesando el papel maternal que a veces desarrolla en su relación.
«Soy un poco madre de Dabiz. En que busque la felicidad en las pequeñas cosas, en su familia, que se refugie en nosotros… Y poco a poco lo va haciendo, pero de forma egoísta me gustaría un poco más», sentenció Pedroche. Unas palabras que siguen la línea del estilo de vida que ella, superviviente de una depresión posparto, promulga desde hace años. Para Pedroche es esencial practicar el autocuidado.
No obstante, la modelo siempre se ha mostrado muy unida al chef. En sus apariciones públicas, entrevistas y publicaciones en redes sociales no escatima en gestos y palabras de cariño hacia él. Llevan juntos diez años, y el pasado mes de diciembre dieron la bienvenida a su primera hija, Laia. El embarazo y el posparto supusieron para Pedroche un torbellino de emociones, pero él nunca la dejó sola.
El pasado mes de junio nos contaba, tras la presentación de su libro, Gracias al miedo, que al dar la bienvenida a la pequeña empezó a experimentar «todos los miedos de golpe». Dabiz me dijo que necesitaba terapia (…) Le dije a Dabiz que quería una sesión con su psicóloga. Hablé con ella y me dijo que no había problema. No suele coger parejas, pero entiende mi miedo de exponerme a otro terapeuta», señaló la de Vallecas.