Con 68 años y prácticamente aislada de toda su familia, Isabel Pantoja ha movido ficha para cambiar su testamento y dejar por escrito sus últimas voluntades, por ejemplo, el lugar donde quiere que descansen sus cenizas tras su muerte. Sin embargo, el paso más radical y decisivo lo ha dado con sus propios hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, con los que no se habla desde hace años.
Según Leticia Requejo, la intérprete de Marinero de luces ha dado orden a su abogado para que comience las gestiones pertinentes con el fin de quitarles la legítima, es decir, la herencia que les corresponde por ley independientemente de que aparezcan o no en el testamento. No es fácil conseguirlo ya que se necesitan una serie de condiciones y requisitos que deben ser debidamente acreditados, como la existencia de actos delictivos graves contra la familia, abandono paterno o un maltrato físico o psicológico por parte de los hijos hacia los padres.
Precisamente sería este último el aludido por la tonadillera, que podría demostrarlo con las múltiples entrevistas que tanto Kiko como Isa han concedido a diversos medios de comunicación hablando sobre la relación familiar. Por ejemplo, con el programa ‘Cantora: la herencia envenenada’: «La vida de mi madre es una gran mentira. He descubierto que tiene un problema, es una persona que está cegada por el dinero, en la escala de valores de mi madre está antes el dinero que sus hijos».
Asegura Requejo que el abogado de Pantoja ya está recopilando toda la información pertinente para presentarla en el juzgado y que la decisión de la cantante es firme: «Me aseguran que ha comentado en su círculo más cercano ‘Antes de darles algo a mis hijos lo quemo todo’ y ‘Estos van a llevarse una mierda de mí, bastante han sacado ya a mi costa'». Añade, además, que su intención es muy clara: «Quiere convertir a su hermano Agustín en el heredero universal».